Fábulas
del Mar
Con portada
del diseñador cubano Eduardo Herrera
Moreno,
Fábulas del mar sale publicado en 1994 por la Editorial Loredo de Gijón,
España, bajo los auspicios de la Universidad de Oviedo en Asturias, España, en el marco de las Jornadas Culturales Cuba-Asturias y promovido por la
gentileza del Dr. Jesús Ortea Rato, Catedrático de la Universidad de Oviedo en
Asturias. Este libro, de treinta y dos páginas, ofrece
diez fábulas, dos poemas y veintitrés adivinanzas escritas e ilustradas por
Alejandro Herrera Moreno y está prologado por la poetisa cubana Dulce María
Loynaz, Premio Cervantes de 1992, cercana amiga y familiar del autor, con cuyas
palabras nos honramos en iniciar esta sección de la Fundación Cultural Enrique
Loynaz, que lleva el nombre de su padre: el General Enrique Loynaz del Castillo,
un glorioso patriota dominicano-cubano.
La
fiesta del mar
A festa do mar o La fiesta
del mar sale en portugués y español por la Editora Braga de Sao Paulo,
Brasil, en 1996, durante una estancia de su autor como profesor e investigador
en la Universidad de Sao Paulo. Este libro, impulsado por la amabilidad del Dr.
Nilson Machado
del Instituto de Estudos
Avancados da Universidade de Sao Paulo,
quien estableció gentilmente los contactos editoriales, consta de treinta y dos
páginas y ofrece tres fábulas (Romance
del cangrejo y la cangreja,
La fiesta del mar,
El pulpo y la macarela), escritas
por Alejandro Herrera Moreno e ilustradas bellamente a color por la artista japonesa
Hiroe Sasaki. Está prologado por una carta del autor a sus hijos, que entonces
contaban con escasos años.

El
mar para los niños
Con diseño de texto y portada del
Programa EcoMar, El mar para los niños
ve la luz en
Santo Domingo, República Dominicana, en el año 2000 a través de la
Editora SEGRAF, esta vez como material de literatura infantil y educación
ambiental para niños y jóvenes y promovido por la Lic. Zoila González, entonces
directora del Instituto de Protección Ambiental INPRA, donde el autor trabajaba
como asesor ambiental costero y marino. Este libro, de cincuenta y cinco páginas,
se inicia con
un mensaje sobre la naturaleza marina y ofrece treinta y seis trabajos entre
fábulas, poemas y páginas de adivinanzas. Todas las historias están escritas e
ilustradas en blanco y negro por el autor -algunas anteriormente
presentadas en las Fábulas del mar- con la originalidad de contar con una
última fábula escrita por su hija e inseparable colaboradora Gretel Herrera,
cuando solo contaba con siete años de edad.
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Prólogo
de Dulce María Loynaz al libro
Fábulas del mar de
Alejandro Herrera Moreno
Intervención profana
No es
nuevo el estilo de representar por medio de animales que parecen repetirlos,
gestos y sentimientos de los hombres. Pero hacerlo exclusivamente dentro de un
género o especie, como todo trabajo de selección ya es empresa más difícil, más
condicionada a un campo muy reducido en la búsqueda. Tal ha sido a mi juicio el
logrado propósito de este joven científico que ha sabido unir la ciencia marina
a la literatura infantil.
Los
grandes fabulistas -Esopo, Iriarte, Samaniego, La Fontaine- se han movido
siempre en amplio campo, el que les brinda la tierra y el aire, pero elegir
exclusivamente el hábitat marino para reino de sus criaturas, es cosa que
considero una originalidad del autor; ella conlleva la ampliación del horizonte
cultural del niño y mueve su interés en nuevos rumbos. Como si esto fuera poco
para justificar el hecho de su impresión en letra de molde, puede añadirse que
el trabajo ha sido realizado en verso, y en verso asonantado lo cual facilita en
gran parte la fijación de lo dicho en la memoria.
El
verso es siempre un lujo del lenguaje, pero un lujo en este caso muy eficaz para
fijar en la memoria del que lee, la idea que se le quiere trasmitir. He aquí
explicada mi intervención en campo ajeno al mío, pero al que en cierto modo me
considero con algún derecho ya que si bien en otra forma también he buceado en
el mar de la poesía.
Dulce
María Loynaz
La Habana,
5 de diciembre de 1994
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